Enrique Gavilán es un médico de atención primaria que trabaja en Extremadura en el área sanitaria de Plasencia, Cáceres, donde ha sido técnico docente en una unidad de formación sanitaria especializada. Él dice de él que es un ser imperfecto pero libre y "culo de mal asiento". Uno de sus temas en los que trabaja es sobre la medicación, la polimedicación y la adherencia terapéutica. Y nos ha escrito este post:
"El sistema sanitario asiste cada vez a más personas,
cada vez de mayor edad, con mayor nivel de complejidad, mayor
comorbilidad, mayor cronicidad, mayor discapacidad y menor grado de
autonomía. Y lo hace (lo hacemos) con cada vez más fármacos, más
respuestas tecnológicas y mirando
menos a los ojos, y más a los euros y a los ordenadores. El resultado es
que cada vez hay en el planeta más personas que toman demasiados
medicamentos, estén éstos prescritos adecuadamente o no: es lo que
llamamos "polimedicación". Ese es el escenario hacia el que nos movemos,
nos guste o no. Y el avance de la ciencia médica, lejos de ayudar a
solucionar el problema, parece contribuir a agravarlo cada vez más...
Pero, no nos engañemos: el medicamento tiene una función social ineludible. Más allá de su efecto terapéutico, desde mucho antes de Arthur Barsky (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
La polimedicación es un problema complejo, de raíces profundas y con complicidades diversas dentro y fuera del sistema sanitario. En cierta manera, podríamos considerarla como un subproducto del desarrollo, un efecto colateral de las sociedades de consumo. Cualquier aproximación al tema tropieza con múltiples problemas, lo cual hace que se haya convertido en un desafío para los sistemas sanitarios, no sólo por la amenaza para la sostenibilidad que supone, sino por las graves consecuencias que tiene para la salud pública global.
En los últimos años se han propuesto decenas de diferentes intervenciones en busca de soluciones a la polimedicación. Desde las políticas de salud a medidas "a pie de trinchera", pasando por programas y decisiones gerenciales (http://www.slideshare.net/
Optimizar la farmacoterapia, mejorar la adherencia, disminuir los problemas relacionados con los medicamentos, son objetivos deseables y necesarios, sí. Pero no más que preservar las condiciones que hagan posible que el paciente se sienta libre en una relación de confianza con su médico y donde se considere también la dimensión social del medicamento."