Sólo son formas de hablar, frases
que a base de repetir parece que se han hecho inocuas, lo que se “supone“ que
hay que decir ante ciertas circunstancias. Pero esas mismas circunstancias
vividas en primera persona cambian totalmente el significado de frases hechas.
Todos estamos acostumbrados a leer o
escuchar e incluso en cierto modo a estar de acuerdo en la valentía de algunos
personajes conocidos ante enfermedades graves y más concretamente, el cáncer. Y
paralela a esta idea aparece casi inexcusablemente el término “lucha” y
“victoria” en términos de supervivencia como resultado de un valor que si lo
pensamos no tiene nada de cierto. Es un concepto romántico. Nos gustaría creer
que el resultado de esta desigual batalla depende de nuestro valor, de nuestra
fuerza de voluntad y del apoyo de la gente que te quiere. Pero eso, en realidad
poco tiene que ver con el pronóstico y con nuestro futuro. Es cierto que sin
estos valores sería imposible afrontar una enfermedad, pero yo creo que también
para la vida diaria y todas sus dificultades necesitamos valor, fuerza de
voluntad y gente que nos quiera. Si no sería imposible levantarse cada mañana,
por sano que estés.
Por otra parte el concepto de
victoria o fracaso me parece tremendamente cruel. ¿La persona que muere de un
cáncer es una fracasada, perdedora, no tenía fuerza de voluntad? Es posible que
el miedo a estas enfermedades y su tratamiento nos haga hablar en términos casi
eufemísticos sobre estas personas. Nadie es capaz de imaginar lo que pasa por
la cabeza de una persona cuando se sienta en la silla de una consulta y le
dicen que tiene cáncer. Es imposible ponerse en situación. Pero también nos da
miedo pensar que un día podemos pasar a formar parte de ese 40 por ciento de la
población que pasará por él en algún momento de su vida. Asusta. Entonces nos
aferramos a que el valor nos salvará y nos hará triunfadores. Es sólo una ilusión.
Sólo cuestión de azar, de porcentajes. El valor te hará llevar bien una
situación difícil que cambiará tu vida, pero no te da más o menos éxito que si
te desesperas y lloras cada día. No carguemos sobre los muertos, terminales,
intratables el sambenito de fracasados en una lucha que nadie escoge y que a
todos nos gustaría evitar.
Ánimo a todos los enfermos
independientemente de su pronóstico.
Nieves Felíz Cruz
X.M. Meijome me envia este link tan acertado.Como medico, vengo advirtiendo del mal uso del vocabulario, cuando hablamos de cancer. Ha disminuido la estigmatizacion social, pero no la literaria. Tu articulo viene muy bien al caso.
ResponderEliminarherrerillo, twitter
Precioso y...verdad verdadera Nieves.Un beso Toñi.
ResponderEliminarEres muy valiente, Nieves. Tus comentarios y tus decisiones salidas de tu profunda experiencia personal me llevan al principio de los tiempos, la muerte es inherente a la vida. Vivamos con la convicción de la finitud de nuestra existencia y aprendamos a ser felices y a hacer felices a los demás. Un abrazo Nieves Feliz.
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