Las leyes españolas de 2005 y 2010, que actualmente regulan el consumo y la publicidad del tabaco en nuestro país, nos han convertido referente internacional y han conseguido que ocho de cada diez españoles esté de acuerdo con la Ley de prevención del tabaquismo y tiene clara su oposición a cualquier cambio en la actual normativa antitabaco.
Además, hay datos, como explican JM Martín-Moreno y E Fernández, que nos permiten ser particularmente optimistas:
- La cada vez más baja frecuencia de fumadores en España según la última Encuesta Nacional de Salud (3 de cada 10 hombres y 2 de cada 10 mujeres) .
- Reducciones significativas de los niveles ambientales de nicotina y de partículas nocivas en establecimientos hosteleros en relación con los existentes antes de la entrada en vigor de la vigente Ley.
- Beneficios en ganancia en salud ya son también evidentes. Los ingresos hospitalarios por infarto de miocardio se han reducido debido en parte a la menor exposición al humo del tabaco y al menor consumo de tabaco de los fumadores.
- Los efectos beneficiosos de la disminución de la frecuencia de fumadores sobre los cánceres relacionados con el tabaco (pulmón, laringe, esófago, vejiga, riñón, páncreas…) hace ya décadas que es apreciable
Terminan el artículo diciendo que el tabaquismo sigue siendo un problema de salud pública en España, por lo que debemos centrarnos en realizar una estrategia coordinada que integre medidas de prevención, asistencia y políticas de control que tengan potencial para reducir su impacto sobre la salud (sólo en España, 55.000 defunciones al año en fumadores y 1.500 en fumadores pasivos). El control del tabaquismo se traduce inmediatamente en una disminución de:
- Gasto en asistencia sanitaria y medicamentos
- Gasto en subsidio por enfermedad o discapacidad.
- Absentismo laboral
Por todo ello, desde la escuela de pacientes, queremos ayudar a que Andalucía disminuya su alta tasa de consumo de tabaco, con una media de consumo que supera la media nacional.
La información y la comunicación en salud son fundamentales
para la adopción de modos de vida sanos,
tanto individuales como colectivos. En el caso concreto del tabaquismo, la
información y la comunicación
constituyen influyentes estrategias que pueden contribuir en la prevención del
inicio del hábito, en la reducción y/o
cesación del consumo de tabaco.
En concreto, las actuaciones del Plan Integral
de Tabaquismo persiguen garantizar a la población fumadora que quiere cesar su
hábito la mejor atención sanitaria, basada en la evidencia científica más actual
disponible. Y además con vídeos que pueden ayudar a ello (http://www.informarseessalud.org/contenido/prevencioncancer_tab )
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