Hoy recibimos un nuevo post sobre 'formación entre iguales'. En esta ocasión Antonio Jesús (@cuidandoAJR) y Serafín Fernádenz (@cuidandosfs) nos relatan, a través de la historia de Juan y Gregoria, los beneficios que puede aportar el intercambio de experiencias y la formación entre pacientes. ¡Gracias por participar en este espacio!
Taller de la Escuela de Pacientes |
Aprender
de los iguales siempre nos ha parecido interesante. Que Gregoria, una persona
con diabetes, pueda recibir formación de Juan, que también tiene diabetes es
una experiencia que va mucho más allá del proceso educativo tradicional, ya
que, en ese intercambio de información se añaden las experiencias sentidas de uno y otro, y además, cómo afectan las
mismas a la salud de cada persona.
Imagino
a Juan, contándole a Gregoria, que sintió cuando le dijeron que tenía diabetes,
cómo fue la primera vez que se puso la insulina, qué sintió cuando despertó de
su primera hipoglucemia.
Por
otro lado, pienso en Gregoria, compartiendo con Juan las rutas que hace cada
día con sus paseos, sus pequeños trucos para controlar su glucemia, y cómo
conserva la insulina que le dan en la farmacia.
Esta
horizontalidad, entendida como la
capacidad de aprender el uno del otro, es uno de los principios básicos en el
“2.0”. Esa posibilidad de aprender y compartir entre iguales, entre personas
que sienten en muchas ocasiones lo mismo y que se ve facilitada gracias a las
Nuevas Tecnologías, Internet y las redes sociales. Además, este tipo de
recursos también están facilitando la participación ciudadana, otro aspecto
básico que ha hecho que la Escuela de Pacientes, sea algo más que unas actividades formativas y una página en
Internet.
La
creación de un espacio de estas características donde compartir supera las barreras de lo físico para
llegar a lo virtual, e incluye posibilidades también para los profesionales
sanitarios, que en un determinado momento pueden prescribir un vídeo, un
documento, o una receta para cocinar.
Los
profesionales hemos de ser conscientes, de que herramientas de este tipo son
nuestras aliadas en los cuidados y suponen una oportunidad para aprender.
Porque una persona que coge las riendas de su salud, que se informa y quiere
informar, que cuenta sus experiencias y comparte las suyas con los demás, no
debe ser considerada una amenaza para el profesional, sino que como
profesionales debemos pensar que ese es nuestro objetivo: empoderarles,
facilitarles las herramientas para que se sientan seguros en lo que hacen con
su salud y facilitarles así autonomía e independencia.
Mientras
escribimos estas palabras, Juan y Gregoria siguen a lo suyo, contando sus cosas
y aprendiendo. Quizás debiéramos aprender de ellos…
-Manolita: “No, y eso que es…”
-Gregoria: “Un lugar donde podrás
aprender sobre tu diabetes y muchas cosas más. Apúntate. También tienen página
en Internet. No dejes de visitarla… www.escueladepacientes.es”.
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