miércoles, 26 de marzo de 2014

Pacientes activos para un envejecimieto activo por Margarita Maldonado #6cronicos #1activos



Este nuevo post está dedicado al envejecimiento activo y los cuidados. Margarita Maldonado es enfermera y persona muy implicada en los cuidados. Su trabajo en prevención de caídas la acerca hoy a este blog y el viernes 28 a la mesa sobre envejecimiento y cuidados en la 1ª Conferencia de Pacientes Activos


Nuestra sociedad se tiene que replantear el concepto de envejecer dando paso a una imagen más  positiva y activa de las personas mayores, lo que se define con el término de ENVEJECIMIENTO ACTIVO.



Se pretende una mejora calidad de vida de este colectivo en un entorno saludable, participativo y seguro; donde no falten las oportunidades para una plena participación en la sociedad.

Este planteamiento debe ir unido a  un cambio de paradigma en las políticas sanitarias: ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA, donde la participación ciudadana  y el modelo de decisiones compartidas cada vez estén más presentes.



El paciente pasivo como su misma etiología sugiere  pasa a ser un PACIENTE ACTIVO : que se implica en su autocuidado, que será capaz de un mejor manejo de su salud y de una mejor relación con los profesionales sanitarios, evaluando la idoneidad y calidad de la atención sanitaria que recibe.

Desde las líneas estratégicas de  la  O.M.S  se aboga por impulsar las intervenciones de educación para la salud que han demostrado su efectividad y en las que participan de forma activa las propias personas afectadas por problemas de salud de larga duración y las cuidadoras; con especial atención al autocuidado.  Marcando el fomento del autocuidado como uno de los ejes de la promoción en salud.



El EMPODERAMIENTO del paciente y su implicación en el autocuidado requiere necesariamente de información y formación.

Este empoderamiento del paciente, es asumido en situaciones de dependencia por la figura de la CUIDADORA INFORMAL.  Considerada como un agente de salud fundamental en la sostenibilidad del sistema.



Se introduce en todos los Planes integrales de Salud como un pilar  al mismo nivel que el propio paciente,  pasando a ser población diana   en las carteras  de servicios de nuestro sistema sanitario  al tiempo que se  potencia  la atención domiciliaria.

Como enfermera de familia debo brindar especial accesibilidad y formación a nuestras cuidadoras para que tomen las riendas en el autocuidado haciendo que la calidad de vida de nuestros pacientes mejore sustancialmente.   Del  mismo modo debemos proporcionarles herramientas para que vayan estableciendo estrategias para un afrontamiento saludable en el acto de cuidar.



En este contexto podría destacar la PREVENCIÓN DE CAÍDAS EN MAYORES.
Las caídas y sus consecuencias constituyen hoy en día uno de los grandes problemas de salud pública, su frecuencia, su alta mortalidad, su asociación a la inmovilización y a la pérdida de la independencia del paciente lo elevan a la categoría de Síndrome Geriátrico.
La caída accidental no es un hecho inevitable debido al azar o al envejecimiento normal del individuo, muchos factores predisponentes podrían ser reducidos o evitados a partir del momento en que el anciano adquiera conciencia de su vulnerabilidad y es importante desarrollar estrategias educativas que estimulen el compromiso de las personas mayores y sus cuidadores para corregir los factores de riesgo.

También destacable es el síndrome post-caída , que  conlleva miedo a moverse, a tener nuevas caídas, pérdida de autoestima, cambio de hábitos, dependencia horario cuidador, pocas salidas, incluso posible depresión .



Las visitas domiciliarias periódicas que realiza enfermería son un instrumento muy valioso a la hora de diseñar intervenciones que precisen reforzamiento en varias sesiones.
La enfermera de familia se encuentra en una buena posición para afrontar el desafío de la prevención de caídas.

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